jueves, 2 de agosto de 2018

Culture Brokers: la guía de arquitectura de Caracas


Iván González Viso 

A pesar de que las guías de viaje hoy día revisten de cierto prestigio, una limitada atención académica se ha concentrado en la producción, análisis y contenido de las guías de arquitectura, cuya aparición y especificidad es reciente y cuyo público objetivo es distinto al de las guías de viaje. Según lo define Fiona Smith, las guías de arquitectura funcionan como Culture Brokers,[1] es decir, son mediadores entre el arquitecto, el lugar y la experiencia de recorrer la ciudad en sí misma. El antecedente más cercano de una guía de arquitectura de Caracas es la austera Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela, del arquitecto Mariano Goldberg, que en realidad su trabajo de ascenso, publicado en 1980, en el que se muestran obras contemporáneas relevantes de la capital en esos años. 

En el complejo contexto de la ciudad actual, era necesaria una guía de arquitectura como un instrumento útil para conocer la ciudad y para recuperar la fe en la posibilidad del descubrimiento, en la posibilidad del rescate de nuestro patrimonio y que este nos resulte relevante y transformador. Caracas del valle al mar fue concebida como un proyecto que movilizase a sus habitantes a recorrerla frente a la saturación de imágenes provenientes de las redes sociales; e ideada como un medio capaz de guiar tanto al ciudadano que la recorre como al funcionario que la gobierna. 

Fundamentada en dos axiomas, “observar para descubrir” y “conocer para actuar”, con ella se intenta reconstruir y narrar la ciudad a través de sus arquitecturas, afianzando el valor que tiene para un arquitecto conocer una obra de primera mano y fomentando el encuentro con nuestra mejor arquitectura. Promover una actitud curiosa ante lo que se observa, impulsar el gusto por redescubrir la ciudad y sus obras para tomar conciencia de su dimensión, y percibirlas con una exactitud contemplativa, sin duda, nos arrastra a una dimensión estética. Esta visión busca reforzar la mirada del arquitecto, que es quien da sustancia al hecho de la forma, intentando construir un relato sobre la obra que contiene anécdotas, pero también explica las estructuras y sistemas que las originan y las sustentan. 

Pero toda guía privilegia contenidos y silencia otros. En este caso, nos propusimos ofrecer una visión totalizadora que nos llevó a abarcar tres grandes tiempos: pasado, presente y futuro. El primer tiempo, “la Historia de Caracas a través de sus planos”, es un paseo a través de la cartografía que reconstruye y reconoce en la ciudad su proceso de crecimiento y urbanización, utilizando el dibujo como herramienta. Una narración que habla del abandono de la historia, producto de la modernidad súbita, en la que se evidencian las operaciones urbanas y arquitectónicas que propiciaron el progresivo alejamiento del damero fundacional, y en la que también es posible visualizar las transformaciones tipológicas y urbanas que se han producido desde la edificación de la Catedral de Caracas hasta el presente. Esta forma de análisis nos proporcionó pistas para poder encontrar una figura a la cual asociar la ciudad,[2] en el magnífico plano de Eduardo Rohl (la figura de un caballo recostado contra el Ávila), y nos condujo a dividir la capital en diez zonas, descritas en un segundo tiempo: el presente. Dentro de las zonas seleccionadas por sus características urbanas, geográficas y ambientales, se inscriben la arquitectura y los espacios públicos construidos entre 1560 y 2012, que se traducen en 364 miradas críticas de obras de la arquitectura colonial, neoclásica, art-deco, internacional, moderna y contemporánea de la ciudad. Cada obra se sitúa en un plano y se muestra a través dibujos arquitectónicos que son complementados con referencias escritas, anécdotas y descripciones. 

El tercer tiempo, “Caracas a futuro”, aborda temas medulares como la gobernabilidad, la importancia de la capitalidad, la necesidad de canalizar la ciudadanía desde el poder, el respeto al monumento, el rescate de los espacios públicos y la necesidad de una arquitectura que realice aportes a la ciudad. Aspectos que en cualquier otra sociedad resultan obvios, pero que en el contexto actual de Caracas son urgentes recordar. También contrapone proyectos con visiones opuestas de la ciudad abriendo el debate público: por ejemplo, la propuesta ganadora del concurso Parque La Carlota, Parque Verde Metropolitano”[3] versus la desmedida plaza de la Revolución.[4]

La guía también sugiere afianzar la histórica relación entre Caracas y el litoral. Caracas como ciudad caribeña ha estado siempre vinculada al mar, al litoral, y su crecimiento y formación están históricamente soportados en una relación dialéctica que comenzó antes del establecimiento del Camino de los Españoles en el siglo XVI. Hoy esa relación necesita volver a existir con fuerza y potenciarse con nuevos proyectos. También se vale del contraste entre imágenes del período de esplendor de la obra con imágenes del estado actual, para señalar de forma crítica su valor en el contexto de la ciudad y fomentar la corresponsabilidad de su rescate entre los diversos actores encargados de su cuido y preservación, con el objetivo de rescatar la memoria urbana. Su concepto plantea la puesta en valor de obras icónicas de la arquitectura que la han materializado como una urbe compleja y heterogénea, así como una valoración del rol del arquitecto y sus aportes al desarrollo de la ciudad; pero también la visibilización de obras y arquitectos anónimos que han hecho aportes a la capital. 

La publicación es también una guía para la ciudad, “Caracas a futuro” hace referencia a la idea de Carlos Raúl Villanueva de que es más importante conocer cómo será el futuro de la sociedad que el futuro de la ciudad, considerando que cada sociedad organiza su ciudad de acuerdo a su naturaleza y contenido, “donde el pensamiento político del arquitecto es esencial en la conformación de escenarios urbanos prospectivos”.[5]

Hasta ahora, la guía, concebida como un Culture Broker, ha impactado en la ciudad como un instrumento útil que ha acercado al caraqueño a su ciudad detonando emprendimientos y estrategias sociales útiles para recorrerla. GUIACCS.COM servirá para profundizar aún más en esta idea, con el objeto de promover las transformaciones profundas que ella necesita. 



Imagen 1. Vista aérea de Caracas. Charles Brewer. Cortesía de la Fundación Cisneros. 

Imagen 2. Figura del Caballo. Imagen extraída del Plano de Caracas y sus alrededores, de 1934. Eduardo Rohl. 

Imagen 3. Libro Caracas del Valle al Mar. Iván González Viso. 

Imagen 4. Guiaccs.com. 

[1] Smith, Fiona. “Constructing place, directing practice?”. Using travel guidebooks. Edinburgh working papers in sociology. Number 28. January 2008. 

Jezewski (in Jezewski & Sotnik, 2001) definen “culture broking” como "el acto de tender un puente que une o mediar entre los grupos o personas de diferentes orígenes culturales con el fin de reducir los conflictos o la producción de cambio". 

[2] Un problema histórico que muchos expertos han llegado a ver y entender solo a través de herramientas contemporáneas como Google Earth o el uso de drones. 

[3] El concurso para el nuevo Parque Metropolitano La Carlota en Caracas tuvo el propósito de transformar el aeropuerto de La Carlota en un parque verde metropolitano. El proyecto ganador de la segunda fase del concurso fue la propuesta de OPUS junto con Manuel Delgado y Jorge Pérez Jaramillo. 

[4] La Gran Plaza de la Revolución es un proyecto estatal que se inserta en el corazón de la avenida Bolívar, desarrollado y promovido por la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales, directamente adscrita a la Presidencia de la República de Venezuela. 

[5] Camacho, Oscar. (2016) En http://entrerayas.com/2016/02/presentacion-de-la-guia-de-arquitectura-caracas-del-valle-al-mar/

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