viernes, 16 de diciembre de 2011

TITULARES #9 DICIEMBRE 2011

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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Fragmentos de: Conversaciones con Alvar Aalto



EN LUGAR DE UN ARTÍCULO. 1958

Sigfried Giedion: ¡Qué ven mis ojos, amigo mío! ¡Estás pensando en ponerte a escribir?
Alvar Aalto: No, pero no queda más remedio, tengo que hacerlo.
SG: Pero esto es inaudito; creía que eras uno de los pocos arquitectos, si no el único, que no escribía, que sólo construye. ¿De verdad quieres hacerlo?
AA: Por supuesto que no, pero ¿qué remedio me queda? Me lo ha pedido Wickberg y también las buenas maneras aconsejan escribir el artículo.
SG: ¿Sobre qué piensas escribir?
AA: No lo sé
SG: Pero si has sido profesor, algo podrás escribir, así sin más.
AA: Para mí, ese “no lo sé” es un asunto serio. Precisamente cuando era profesor en Estados Unidos tenía que hablar y escribir bastante. Mis alumnos querían saber mucho; preferentemente, saberlo absolutamente todo. Entre otras cosas me preguntaron cómo se hacía un buen arte. Yo les contesté: “No lo sé”. El impacto fue catastrófico, hasta el punto de que un día los padres de un alumno mío vinieron desde lejos, desde más allá de Vancouver, para hablar conmigo, y lo primero que me dijeron fue lo siguiente: “Pagamos setecientos dólares cada trimestre por los estudios de nuestro aplicado hijo y el profesor dice: ‘No lo sé’”. Esto probablemente puso fin a mi corta carrera como profesor.
SG: Pero si hasta has escrito poemas. ¿Por qué no les entregas uno y sales del paso?
AA: No debes ser consciente de lo que dices, querido amigo. Dios creó el papel para que en él se dibuje arquitectura; todo lo demás ―por lo menos para mí― es un uso impropio del mismo; Torheit (necedad) que diría Zarathustra. Claro que he escrito poemas, pocos, aunque sin duda buenos, pero se han escrito en arena, y los poemas escritos en arena no son adecuados para editoriales o revistas. Su editor es el viento, un magnífico editor.
(Sócrates: así sucede en todas las artes; todas utilizan palabras, pero sólo aquellas palabras propias de un determinado objetivo artístico. También hay artes en las que no es conveniente hablar; nacen mejor en el silencio)
No publicaré poemas, pues. Preferiría publicar documentación de mis obras, pero es extensa y no resulta apropiada para una revista.
SG: ¿no crees que de todos modos deberías escribir algo?
AA: el horóscopo de hoy para la arquitectura no es bueno, lo cual no tiene demasiada gracia. El paralelepípedo de vidrio y metal ―el inhumano purismo dandi de las grandes metrópolis― ha conducido a una forma de construcción que no tiene vuelta atrás; el camino se cierra.
SG: Pero también hay muertas de una arquitectura viva y humana.
AA: Cierto pero la que acabo de mencionar es más popular en este mundo naif. Peor aún: ha llevado a la búsqueda del contraste; la búsqueda incompetente y falta de juicio, de la variación. Las zonas residenciales con sus masas de construcciones diferentes, artificialmente rebuscadas: la diversidad de motivos nos e corresponde con la valiosa y bella naturaleza de las variaciones biológicas que encontramos en el ser humano. Muchas veces son como las exposiciones de las ferias comerciales y, en el caso de los edificios públicos, destaca el formalismo cimentado en la propaganda del diseño industrial y la horrorosa falta de proporción de los automóviles norteamericanos. Los niños adultos juegan con curvas y tensiones que no dominan. Por encima de todo ello, flota una mentalidad al más puro estilo de Hollywood.
SG: y el hombre queda en el olvido…
AA: La arquitectura ―la verdadera― sólo existe allí donde el protagonista es ese pequeño hombre común y corriente, allí donde él es el centro, con su tragedia y su comedia.


Pallasmaa, J. 2010. Conversaciones con Alvar Aalto. Barcelona:Gustavo Gilli.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Banco Obrero en Venezuela a mediados del siglo XX

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DURANTE EL SIGLO XX EL DÉFICIT HABITACIONAL PREVALECIÓ EN VARIOS PAISES DEL MUNDO, incluyendo a Venezuela, donde se hicieron propuestas acordes con las políticas gubernamentales para solucionar el problema. A largo de la llamada década militar (1948-1958) el Banco Obrero, ente oficial creado en 1928 para facilitar a los obreros la adquisición de casas baratas e higiénicas, genera proyectos que toman referencias de la tradición constructiva local como de la europea de los años veinte, incorporándose también ideas del arquitecto suizo Le Corbusier.
    La producción estatal de vivienda durante los años mencionados alcanzó cerca de las treinta mil unidades situadas en 21 ciudades del país y distribuidas en 54 asentamientos que reflejan diversidad arquitectónica y urbanística en parcelamientos con casas unifamiliares aisladas, pareadas o continuas que siguen un trazado en cuadrícula con escasos o ningún servicio comunal, como Santa Eduvigis en Caracas, en urbanizaciones que se acercan al concepto de unidad vecinal con separación de tráficos vehicular y peatonal, áreas para uso público y mezcla de bloques bajos e hileras de casas, como Gil Fortoul en Barquisimeto, además de las unidades de habitación que condensan servicios, espacios comunitarios y viviendas en edificios de alta densidad y gran altura que usualmente ignoran el entorno existente, como 24 de Noviembre en Maiquetía.
    Si bien el número de unidades residenciales erigidas en el país entre fines de 1948 y enero de 1958 supera ampliamente la cantidad construida por el Banco Obrero en sus veinte años anteriores y gran parte de los planteamientos arquitectónico-urbanísticos se alinean con las tendencias disciplinares de avanzada de su época, hay que resaltar que el 75% de esas viviendas se ubica en Caracas y la mayoría corresponde a los superbloques, lo cual evidencia que la declarada “labor nacional” del Estado tiende a enfocarse en la capital y refuerza el centralismo político y económico del cual el tema habitacional es concreta manifestación.

La industrialización de los procesos de producción como opción a la construcción masiva de vivienda

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EL DESARROLLO TECNOLÓGICO, ASOCIADO A LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, fue considerado por muchos como el gran recurso que permitiría resolver los problemas sociales. Luego de transcurrido más de un siglo, es factible afirmar que no es atribuible a la técnica la exclusiva responsabilidad de los males de la sociedad contemporánea. La crisis ambiental mundial y la pobreza de las soluciones que caracteriza a un gran porcentaje de lo que se construye en el mundo, redirige la responsabilidad hacia el hombre y el manejo de la tecnología, trascendiendo las barreras sociales, generacionales o geográficas. En términos generales, es interesante el hecho de que los procesos de industrialización de la construcción, como la prefabricación y tantos otros, estimulan la racionalidad de los proyectos con las obvias consecuencias de ahorro en el gasto de material, dominio en la producción de desperdicios y un mejor control de calidad que asegura la durabilidad del producto final, lo que resulta en total empatía con las exigencias de sostenibilidad, tema ineludible en la gestación de nuevas ideas orientadas hacia el cómo debemos construir.
    En Venezuela el interés por la sistematización de los procesos de producción tuvo un importante capítulo que abarca las décadas de los sesenta y setenta, tiempo durante el cual se realizaron diversas experiencias que abarcan desde la producción masiva de viviendas, pasando por la producción de edificaciones educacionales y de servicio, hasta obras únicas como la ampliación del Museo de Bellas Artes, de Carlos Raúl Villanueva.
    Aun cuando es posible percibir en dichas experiencias la influencia de los sistemas constructivos desarrollados en la posguerra europea, también hemos de reconocer que esa influencia fue más de carácter conceptual que práctico y que los aportes en el diseño de las herramientas y procesos estuvieron signados por un sello definitivamente endógeno. La actividad constructiva permitió en ese entonces desmitificar el tema de la industrialización de los procesos de construcción y concluir que tanto la producción de componentes o encofrados, según el caso, como la manipulación de los mismos, no eran más complejas que los procesos asociados a la construcción tradicional. Pero, más contundente aún, permitió evaluar nuevas fórmulas para abordar, tanto desde el campo disciplinar como gerencial, el tema de la construcción masiva de viviendas y las estrategias anticipatorias que permitirían programar la producción y avanzar en la búsqueda de una mayor productividad. De allí la importancia de reflexionar sobre las acciones pasadas en favor de las generaciones futuras.

LEYENDA DE FIGURAS QUE ACOMPAÑAN EL TEXTO:

Figura 01
Edificio de vivienda. Sistema Simix. Combina el vaciado de las paredes portantes utilizando encofrados racionalizados con la prefabricación de las losas.

Figura 02
Edificio de vivienda. Sistema C4. Banco Obrero. Componentes prefabricados, columnas, vigas y losas, que conforman los pórticos de concreto.

Figura 03
Edificación educacional. Sistema Concacero. Paredes portantes y losas prefabricadas construidas sobre la base de marcos de acero rellenos de concreto.

Figura 04
Edificación educacional. Sistema Siema. Columnas y cerchas conformadas a partir de la combinación de perfiles de acero, complementadas con losacero como solución a las placas de piso y techo.

Figura 05
Edificio de usos múltiples. Museo de Bellas Artes. Ampliación de las salas de exposición. Estructura prefabricada a partir de componentes de concreto armado ensamblados a través del postensado.