lunes, 12 de diciembre de 2011

La industrialización de los procesos de producción como opción a la construcción masiva de vivienda

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EL DESARROLLO TECNOLÓGICO, ASOCIADO A LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, fue considerado por muchos como el gran recurso que permitiría resolver los problemas sociales. Luego de transcurrido más de un siglo, es factible afirmar que no es atribuible a la técnica la exclusiva responsabilidad de los males de la sociedad contemporánea. La crisis ambiental mundial y la pobreza de las soluciones que caracteriza a un gran porcentaje de lo que se construye en el mundo, redirige la responsabilidad hacia el hombre y el manejo de la tecnología, trascendiendo las barreras sociales, generacionales o geográficas. En términos generales, es interesante el hecho de que los procesos de industrialización de la construcción, como la prefabricación y tantos otros, estimulan la racionalidad de los proyectos con las obvias consecuencias de ahorro en el gasto de material, dominio en la producción de desperdicios y un mejor control de calidad que asegura la durabilidad del producto final, lo que resulta en total empatía con las exigencias de sostenibilidad, tema ineludible en la gestación de nuevas ideas orientadas hacia el cómo debemos construir.
    En Venezuela el interés por la sistematización de los procesos de producción tuvo un importante capítulo que abarca las décadas de los sesenta y setenta, tiempo durante el cual se realizaron diversas experiencias que abarcan desde la producción masiva de viviendas, pasando por la producción de edificaciones educacionales y de servicio, hasta obras únicas como la ampliación del Museo de Bellas Artes, de Carlos Raúl Villanueva.
    Aun cuando es posible percibir en dichas experiencias la influencia de los sistemas constructivos desarrollados en la posguerra europea, también hemos de reconocer que esa influencia fue más de carácter conceptual que práctico y que los aportes en el diseño de las herramientas y procesos estuvieron signados por un sello definitivamente endógeno. La actividad constructiva permitió en ese entonces desmitificar el tema de la industrialización de los procesos de construcción y concluir que tanto la producción de componentes o encofrados, según el caso, como la manipulación de los mismos, no eran más complejas que los procesos asociados a la construcción tradicional. Pero, más contundente aún, permitió evaluar nuevas fórmulas para abordar, tanto desde el campo disciplinar como gerencial, el tema de la construcción masiva de viviendas y las estrategias anticipatorias que permitirían programar la producción y avanzar en la búsqueda de una mayor productividad. De allí la importancia de reflexionar sobre las acciones pasadas en favor de las generaciones futuras.

LEYENDA DE FIGURAS QUE ACOMPAÑAN EL TEXTO:

Figura 01
Edificio de vivienda. Sistema Simix. Combina el vaciado de las paredes portantes utilizando encofrados racionalizados con la prefabricación de las losas.

Figura 02
Edificio de vivienda. Sistema C4. Banco Obrero. Componentes prefabricados, columnas, vigas y losas, que conforman los pórticos de concreto.

Figura 03
Edificación educacional. Sistema Concacero. Paredes portantes y losas prefabricadas construidas sobre la base de marcos de acero rellenos de concreto.

Figura 04
Edificación educacional. Sistema Siema. Columnas y cerchas conformadas a partir de la combinación de perfiles de acero, complementadas con losacero como solución a las placas de piso y techo.

Figura 05
Edificio de usos múltiples. Museo de Bellas Artes. Ampliación de las salas de exposición. Estructura prefabricada a partir de componentes de concreto armado ensamblados a través del postensado.

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